domingo, junio 01, 2008
La historia sin nombre - Nameless Story
La historia que pongo a continuacion es una historia sin nombre, sin comienzo y sin final ... porque ES el comienzo de un universo de fantasia, el mio ... escrito hace 5 o 6 años atrás. Todos mis dibujos son basados en este universo, asi de simple.Sin más que decir ... Adelante ^^

"Era la ciudad de Falasgaroth, hace unos miles de años atrás. Ahí vivía la princesa Ninvel, la princesa rodeada de estrellas, junto a su gente. Gente extraña. Algunos con cuerpo de humano y cabeza, cola y alas de dragón. Otros incluso con garras. Los "normales", por así decirlo, humanos con alas y, algunos, con cola. A ellos les gustaba mucho compartir con los dragones, volando hacia las lunas o jugando entre las nubes, haciendo piruetas. Eran llamados "los dioses dragón" por los que los veían volar por ahí, ya que se creía que eran dragones que habían tomado forma de humanos para salvarlos. Y Ninvel y su gente se reían de ello. Porque solo ellos sabían su secreto, y no puede ser revelado, ni siquiera aquí. Ellos eran felices en Falasgaroth. Había otro pueblito cerca de ahí, llamado Nimrodel y había un hermoso bosque, al lado de una llanura. En ese bosque vivían dos dragones, los cuales solo conocía Ninvel. Sus nombres: Kyrian y Vlárión. Ninvel iba a verlos, o sino iba Vlárión. Se dice que antes de que Ninvel llegara se veían en el cielo ocho estrellas fugaces, y cuando se iba, en su dirección se veían ocho más. Ella era hermosa. Su cara tenía el brillo de una estrella y su pelo, siempre en una trenza, flotaba aunque no hubiera viento. Su vestido le tapaba los pies, y siempre se veía limpio. Nunca dejaba de sonreír, y sus alas eran pequeñas, pero hermosas. Su cola era larga, y a veces le avergonzaba, pero le gustaba. Siempre estaba cuando alguien la necesitaba y le gustaba ayudar. Su hermana, Nanieda, la quería mucho.Nanieda era triste. Le gustaba mucho volar hacia la luna, y también llevaba un vestido que le tapaba los pies. No tenía cola, y sus alas eran su orgullo, grandes y siempre al viento. Su cabellos era corto. Siempre sonreía, pero sus ojos denotaban tristeza. Sabía la diferencia entre ella y los demás humanos más que nadie de su gente, y eso se le notaba en su cuerpo. Parte de ella era borrosa, como si fuera de fantasía, como si solo viviera en un sueño o en la imaginación. Con Ninvel solían volar por los cielos, buscando personas que necesitaban ayuda o buscando respuestas, porque hasta los seres sabios necesitan a veces que alguien les responda sus dudas, sus inquietudes.Un día Nanieda voló hacia las lunas, como todas las noches. En su vuelo se encontró con Kyrian, a quien no conocía. -Buenas noches, querida dragona. ¿Teneis algún problema que querais conversar?-No, querida Tarion. Solo me gustaría acompañarte en tu vuelo.Nanieda quedó callada. ¿Cómo sabía esa dragona lo que era? -No temais, Nanieda, pues soy uno de los dragones de los que te ha hablado tu querida hermana Ninvel. -¿Sois acaso Kyrian? Pues me agrada conocerte, y sería un honor acompañarte en tu vuelo.-Pues veo que nuestros rumbos son iguales, así que volemos entre las nubes bajo la luz de las estrellas.Decidieron volar en silencio, pues el cielo estaba más callado que en otras noches. -Es extraño,-comentó Kyrian- pues mi bosque ha estado últimamente muy callado de noche. Solo se sienten unas campanas...Nanieda rió. -Las campanas soy yo.-Y sonaron unas campanas. Ella sonrió. -Pero... ¿acaso es extraño que no haya movimiento alguno en un bosque tan tranquilo como el tuyo?Kyrian soltó un gruñido de risa. -Si ni siquiera los lobos han molestado a mi querido Vlárión. Y eso sí que es extraño. -De repente, se escuchó abajo un gruñido. -Ese es él llamándome. -Y soltó un poco de sus energías. De repente, aparecío un dragón dorado con reflejos rojos y café. -Así que tú eres Nanieda, eh. ¿Qué haces volando por estos lares?La Tarion hizo una reverencia. -Siempre os había visto volar por Falasgaroth, pero nunca pensé que fueseis amigo de Ninvel. Es un gusto gruñir contigo.Vlárión gruñió una risa. -A pesar de tu tristeza, eres una Tarion alegre. -Le dijo seriamente. Kyrian lo miró. -¿A pesar de tu tristeza eres una Tarion alegre? No te contradigas, dragón.-Me refiero a que tiene buen humor. ¡Y no me corrigas! -Y se fue, enrabiado. -Dragón con rabietas de niño.- Dijo Kyrian. -Disculpa Nanieda. Adiós. -Y se fue tras su esposo, que se escondió en una nube para asustarla. -¡Hasta pronto! Nos veremos. -Dijo Nanieda, sin ser escuchada. Y siguió su paseo por el cielo, interrumpido solo por los gruñidos de los dragones que jugaban por ahí, como buenos dragones que se aman. -Que hermoso es el amor, especialmente cuando se da en seres tan magníficos como ellos. -Se dijo para sí y siguió su paseo hasta que, cansada, voló hacia su hogar."
Soñado por kyri-chan a las 6:32 p. m.   0 Personas también sueñan
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Soy una niña loca con muchos sueños locos, enamorada, me gusta mucho escribir y me cuesta menos expresarme de esta manera. Gracias por visitar mis blog!

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