Mi profesor de música, folclorista hasta morir y nieto de Clara Solovera, siempre nos dijo que esta canción era de Víctor Jara... aun no se el por qué, pero siempre recuerdo cómo sus ojos se llenaron de lágrimas cuando toqué esta canción en guitarra por primera vez. Y siempre que la toco, me sucede lo mismo. Por eso, en un día tan emotivo para Chile, solo puedo escribirla.
El cautivo de Til Til (Texto y música de Patricio Manns)
Por unas pupilas claras que entre muchos sables viera relucir; y esa risa, que escondía no sé qué secretos, era para mí. Cuando altivo se marchó, entre gritos de alguacil, me nubló un presentimiento a verlo partir.
Dicen que es Manuel su nombre, y que se lo llevan camino a Til Til; que el gobernador no quiere ver por la Cañada su porte gentil. Dicen que en la guerra fue el mejor, y en la ciudad lo llaman el guerrillero de la libertad.
Sólo sé que ausente va. Que lo llevan los soldados; que amarrado a la montura la tropa lo aleja de su general. Sólo sé que el viento va jugueteando en sus cabellos y que el sol brilla en sus ojos cuando lo conducen camino a Til Til.
Dicen que era como un rayo cuando galopaba sobre su corcel, y que al paso del jinete todos murmuraban su nombre: Manuel. Yo no sé si volveré a verlo libre y gentil; sólo sé que sonreía camino a Til Til.
Y esta canción siempre la cantaba. Un clásico. Ésta va dedicada a mi amiwa Andrea, que fue una de las primeras en celebrar. Por víctor, mi negra!
El aparecido (Victor Jara)
Abre sendas por los cerros, deja su huella en el viento, el aguila le da el vuelo y lo cobija el silencio.
Nunca se quejò del frio, nunca se quejò del sueño, el pobre siente su paso y lo sigue como ciego.
Correlé, correlè, correla', por aqui, por aqui, por alla'. Correlé, correlé, correla', correlé que te van a matar... correlé, correlé, correla.
Su cabeza es rematada per cuervos con garra de oro. Còmo lo ha crucificado la furia del poderoso.
Hijo de la rebeldia, lo siguen veinte mas veinte, porque regala su vida ellos le quieren dar muerte. |